Si tu empresa ha llegado al punto de requerir una solución como un servidor, permíteme felicitarte, esto quiere decir que tu empresa está creciendo.
La decisión de cómo elegir un servidor para tu empresa suele ser un quebradero de cabeza para el dueño o gerente de una pyme que está creciendo y que a primera vista podría suponer un gasto oneroso para las finanzas de una pequeña empresa.
Antes que nada es muy importante tener claridad sobre 2 puntos específicos:
- ¿Cuál es la solución que quiero implementar con un servidor? Debemos tener presente que implementar un servidor no siempre implica la compra de un equipo de cómputo. Hay opciones que pueden representar ahorros considerables si adquirimos servicios en la nube.Existen alternativas a considerar como Servidores virtuales privados (VPS), servidores de archivos (para compartir archivos entre usuarios de la empresa), aplicaciones en la nube (software contable, software CRM o ERP, etc.).
Estas opciones ahorran no solo tiempo sino también dinero al evitar entrar en gastos que por lo general no se tienen en cuenta cuando se crece de manera rápida y se toman decisiones apresuradas o cuando no hay una correcta asesoría, como por ejemplo, una contratar una persona que administre el nuevo servidor, o una persona que deba brindar soporte para un software específico.
- ¿Cuál es el tamaño de mi empresa y cuánto más crecerá? Esta segunda variable tiene que ver directamente con la proyección que tengamos del crecimiento de la pyme y se deben tener en cuenta factores cómo: crecimiento proyectado, infraestructura instalada, escalabilidad de la solución a implementar.
La proyección de crecimiento es determinante a la hora de implementar una solución de servidor en la empresa porque es prácticamente la que definirá la conveniencia de asumir la inversión de una solución interna o si por el contrario se puede tercerizar con una solución externa.
Esta es una visión muy somera de todas las condiciones que se deben tener en cuenta cuando se quieren establecer este tipo de soluciones en las pymes y hacen falta mencionar muchas. No es una decisión que se deba tomar a la ligera y mucho menos para una pyme en la que cuenta cada peso que se invierte.
De cualquier manera la mejor opción siempre dependerá de la situación particular de cada empresa, de una correcta planeación que tenga en cuenta todas las variables de la solución que se requiere y de una buena asesoría para que se ajuste a las necesidades reales de la empresa.